En las últimas semanas he estado escuchando con pasión a este chico. Llegó a mi vida de la mano de una cinta de casette cuando corría el año 1991.
Este mes ha iniciado su última gira. La ha llamado "Mil noches y un instante". Como es medio poeta, nos dice:
"Aquí estamos.
Una noche entre mil.
Un instante irrepetible.
Como el que hace nacer la canción.
Como el que ve brotar el amor.
Una noche más reunidos para el rito que disuelve el tiempo
y lo rearma a su gusto, con gusto a eternidad.
Hay cosas que toman una vida para decirse,
o un solo momento.
Este puñado de canciones atraviesa años de amor
a la música en una sola noche.
Y el alma de esa noche florece en un instante.
Pedro"
(Mil noches y un instante - Gran Rex 28/06/2013)

Y yo pienso en esa vida que se forma de instantes. Unos que se suman, para dar continuidad a tu vida y otros, que marcan un final. A veces el final es obvio, otras es incierto, a veces ambiguo y, en este caso, es triste. Quiero pensar que solo marca el comienzo de otros instantes mejores. Sé que es así, ahora sólo tengo que sentirlo.
Mientras lo siento, viene a mi memoria este poema de Borges y de él tomo fuerzas, porque, ciertamente, tengo bastantes años menos y puedo hacerlo.