martes, 21 de agosto de 2012

EL RAP DE LAS HORMIGAS...

Ayer mi amiga R. me enviaba un enlace con un blog. Quería invitarme a leer la experiencia que narraba una persona española que vive en Etiopía. Éste hacía una reflexión sobre la normalidad con la que asumimos ciertas cosas: lo inevitable de ciertas muertes, la superioridad de ciertas "gentes"...y la necesaria resistencia que tenemos que tener a ese proceso sigiloso de normalización.

Leerlo me hizo recordar algo que escribí hace años y hoy he estado buscándolo. Hace doce abriles yo estaba viviendo en Centroamérica, llevaba allí un año trabajando en lo que llamamos Cooperación.

"El rap de las hormigas" se llamaba aquello que escribí y ahora recreo...Una mañana, como otra cualquiera, una vez más, las diminutas hormigas que compartían casa con nosotras, habían invadido -en pequeñas cantidades- mi cereal. La disminuida población se debía a las miles de artimañas, que en la lucha contra ellas habíamos desarrollado. Ninguna, sin embargo, había sido plenamente efectiva dada la "invasión" de mi amado desayuno.

Miré lo que sucedía y a mi compañera. Luego pregunté ¿Crees que si me las como -mezcladas con el cereal- me pasará algo?...lo decía en serio, pero nos echamos a reír y yo, recuperando la lucidez a medida que desayunaba dos o tres hormigas, pensaba en si era plenamente consciente de la "anormalidad" que mi acto implicaba...Pensé entonces, en la cantidad de actos anormales que vas normalizando a fuerza de verlos repetidamente en tu cotidianidad o sentirlos inevitables. Y eso es un peligro.

Te acostumbras sí, y entonces dejas de cuestionar la validez de la realidad que se te ofrece. Dejas de interrogarte, de reprocharte, de reprochar. Y las cosas en el fondo van dejando de importarte, porque te parece que la única opción, es la que se te ofrece.  Me pregunto hasta donde podemos establecer el equilibrio entre lo que es y puede ser cambiado y lo que es y debe ser asumido ¿Es una cuestión de gusto, de tolerancia, de paciencia, de principios?. ¿Es la realidad inamovible? ¿Cuánto puede moverse?

En ese entonces uno de mis compañeros de labor humanitaria, alguien con tanto criterio humano y profesional como yo, y que pertenecía a la contraparte, sentenciaba. "La realidad es la realidad. Hay que asumirlo". Yo sonreía. Bueno miento, yo me desesperaba, porque me negaba a asumir esa realidad. Hoy, con la serenidad que da la distancia en todos los planos, me pregunto ¿Existe una sola realidad válida?...cuándo la ética está en medio, dónde están los límites, de lo legal y lo legítimo, incluso de lo lícito, en el análisis de lo que acontece. Ninguna respuesta me parece valida cuando se trata de interrogarse desde la diversidad, de allí que me resulte esencial la capacidad de comunicar nuestras razones y motivos. Sobretodo, la responsabilidad de hacerlo.

Me gustan los argumentos, que son los que hacen crecer. Me gustan las razones de las cosas que hacemos o dejamos de hacer. Me gusta que pensemos en ello y cuestionemos las razones obvias con la que a menudo se ofrecen las pautas que buscan actos de fé. 

"El rap de las hormigas" es una canción de Charly García. Una de tantas muchas y muy buenas. Hoy le robé el título para colocarlo aquí. Me gusta más el título que la canción. Es lo que hay.






 

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