Liya Kebede, modelo etíope. Ha creado una Fundación que lucha por reducir la mortalidad de las madres, bebés y niños en los países menos desarrollados y la mejora general de sus condiciones de Salud |
La duda (y la preocupación) tiene que ver mucho con la frecuencia con la que las minorías que representan en el país en el que viven, son mayoritariamente minorías excluidas, víctimas en muchos casos de importantes procesos de segregación y de actos de racismo y xenofobia. Nuestros hijos, en ese delicado proceso de construcción de su identidad, tendrán que integrar lo que son, niños y niñas criados en el marco de nuestras propias referencias culturales y raciales, que sin embargo, presentan exteriormente rasgos que les definen ¿erroneamente? con otras referencias. Léase, que cuando dejan de ir de nuestra mano, son lo que otros ven en ellos cuando les miran: negros, latinos, asiáticos,...
Y no lo digo yo, lo dice la realidad que se impone a los deseos. No en balde pasan cotidianamente cosas como estas que no tienen graves consecuencias ¿no? pero molestan y desgastan.
Viviendo como lo hago yo, en una ciudad pequeña, los referentes raciales de mi hija, en su mayoría son inmigrantes económicos y cuesta, cuesta mucho, que ella pueda verse en un espejo donde las personas de su color de piel le muestren oportunidades y no carencias. Mamá ¿Todos los negros son pobres?...Mamá ¿Una chica negra se puede casar con un chico blanco?...Mamá ¿Puede una chica negra ser maestra?. Y tiene dudas, claro, porque no conoce otra realidad cercana.
Esos padres, dentro de los que me incluyo, hacemos importantes esfuerzos por reflejarles otras realidades. Encontramos muchos referentes en otros lugares...en ciudades más grandes, ...en otros países, ...a lo largo de la historia. Y se los muestro, sí; pero me quedo con la duda porque siento que esas referencias son lejanas porque no están en su cotidianidad.
Puedo hablarle de poco compañeros de trabajo de raza negra, o puedo señalarle a pocas personas de raza negra trabajando, como yo, en las tiendas, oficinas y lugares públicos a los que acudimos....los ve haciendo venta ambulante y perseguidos por la policía, los ve vendiendo cosas mientras pasean por las playas que visitamos en verano, los ve durmiendo en la calle o pidiendo...Aunque las hay, en mi circulo de amigos no conoce ninguna pareja interacial, ni siquiera en la gente del barrio o de la ciudad que conocemos. En su escuela no hay ningún docente de otra raza...
Y claro, puedo vivir en otro país o en otra ciudad, pero vivo en esta. Y mi hija, necesita evidencias, no buenas intenciones. Ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras.
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