Mi amiga A.
tiene muchas ganas de ser madre. Las tiene desde hace años, pero no se
anima y el tiempo corre en
su contra. Se plantea mil dudas de logística, educación, sustento,... Quiere hacerlo bien y no sabe si podrá ¿Quién lo sabe con certeza? me pregunto.
En muchos casos, es más fácil saber que no puedes, y entonces desistir; que
tener la certeza de que podrás, y sólo entonces, asumirla. Esto último creo incluso que
es un imposible.
Muchos de sus "peros" han sido míos. Le
insisto en que yo no lo he tenido más fácil de lo que ella lo tiene, pero me
dice que la diferencia, es que yo soy muy valiente.
Y es verdad,
lo soy, no sólo por eso (y menos mal).
Soy
valiente, sí; y muchas veces, y en esa misma línea, un paso más adelante, soy, en ocasiones, hasta imprudente.
Cuando
decidí seguir adelante con mi maternidad, no lo hice desde mi valentía sino
desde mi compromiso conmigo misma y con mi deseo. Valiente sí, egoista también. Me concedí la confianza de
intentarlo, aunque no sabía si lo haría bien. No lo sé ni ahora. Decidí, no
hacerlo bien, que de eso no podía dar garantías, sino hacerlo lo mejor posible,
resolviendo el día a día.
Creo que no
me ha ido mal, creo que nos ha ido bien, pero mis méritos son sólo a medias
porque la otra mitad le corresponden a H. Sin embargo, antes de ser madre tú no sabes
quién será tu hijo, si te lo pondrá fácil o difícil.
Me pregunto
si las madres y padres que deciden serlo, son valientes. Eso suponiendo que sea planificado. Si realmente son capaces de dimensionar todo el valor que hace falta para
asumir el reto de dar vida (o aceptar la vida de quien ya la tiene) y hacerla propia, y hacerlo bien. Asumir el reto diario y cotidiano de ir
resolviendo, pocos o muchos problemas y dificultades, desde la más contundente hasta la
más simple.
La respuesta
es que creo que no. Al menos no, en la mayoría de los casos, (tan poca fe tengo
en los adultos). Por lo menos, no en los primerizos, como es el caso. Por eso a
veces se trata de asumir ciertos riesgos y comprometerse. Sabiendo que fácil no es, pero
posible, sí. Y vale la pena.
Y esta es mi
certeza pero tampoco se trata de imponerla a otros. Creo que las
decisiones tan contundentes, tan para toda la vida, son responsabilidad de
quienes sufrirán o celebrarán sus consecuencias.
Yo pensaba cuando ponderaba qué hacer en mí caso, que no sólo hay una forma
correcta de cuidar y educar (salvando unos mínimos). Basta mirar alrededor para
observar la diversidad en el ejercicio de la maternidad/paternidad. Unos, a
nuestros ojos, lo hacen mejor; otros, peor, incluso fatal. Y, sin embargo, sus
hijos van saliendo adelante, a veces mal pero, lo sorprendente, es que a veces,
bastante bien.
Yo estoy
lejos de pensar que el amor puede con todo y que bastará con desearles y
amarles para que las cosas fluyan. Lejos no, estoy muy lejos. Creo que hacen falta
herramientas y criterios de todo tipo: educativos, emocionales, logísticos,
económicos,... pero creo que en la mayoría de los casos, se adquieren en base a
las necesidades y compromisos que se tienen y se van detectando. Porque es largo el camino de
convertirse en familia.
Pienso que ninguno ha nacido aprendido. Que por muy mal que lo
hagamos siempre podemos hacerlo mejor si nos comprometemos con ello. Que un hijo deseado (bien deseado) es la
evidencia de un amor incondicional y eso sí que es una gasolina potente para
crecer como padres, con esfuerzo es verdad pero, al mismo tiempo, con mucha
satisfacción.
No sé si valientes o seguras de algo que se desea, se tiene ilusión y esperanza de que sumemos, porque si nos detenemos a analizar racionalmente todo lo que supone crear una familia no nos decidiriamos nunca. Creo que tiene algo de impulso (aunque sea muy meditado) cómo puede ser la adopción, tratamientos de infertilidad, pero considero que cuando creamos una familia de manera premeditada si que existe dosis de valentía, aventura.
ResponderEliminarCómo es algo que sabemos que es para siempre es seguramente la empresa más importante que emprenderemos en nuestras vidas. Cerca tengo casos de muchos "peros" piso pagado, buen empleo (seguro ahora no hay nada) pero tachar de inconscientes a quien a día de hoy se atreve a quedarse embarazada. Nunca podemos tener completamente las cosas atadas y controladas, el tema es ser sincera con una misma y decir ¿lo quiero intentar? la sociedad presiona mucho a las mujeres para que sean madres. Han de ser muy valientes para atrevirse a desmarcarse del rol que se las impone. DAros permiso para elegir, que no sea por que todo el mundo te lo dice o porque a tu pareja le gustan mucho los niños. Has de ser tú la que lo debe tener claro, no el mundo.
besos
Roser
Yo estoy encantada con mi atrevimiento, que vida tan diferente tendriamos si no nos hubieramos embarcado.
¿Lo quiero intentar? En esa pregunta hecha a uno mismo esta siempre la clave. Las condiciones perfectas, y más que ello las certezas en relación a lo que vendrá después pienso que es algo que se nos escapa. Ahí es donde está el punto de riessgo a asumir. Y sí, yo también estoy encantada de haberlo intentado. Hay días malos, difíciles, complejos pero eso pasa también frente a otras condiciones y circunstancias y sin embargo, én este caso el resto de los días, te aporta tanto en aprendizajes de todo tipo...Ahora es una decisión tremendamente personal o a compartir en pareja segun situaciones. La respuesta está dentro, no afuera. Gracias por tus comentarios.
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