domingo, 26 de marzo de 2017

REGALOS...

El viernes pasado, H.,  como viene siendo habitual, fue a un cumpleaños. Indicador de pertenencia al que todo padre debería estar atento...

Cómo me parece recomendable en todo adulto referente de un hijo preadolescente, un rato después de llegar le pedí me enseñara las fotos del evento. Yo sabía con quien iba y a qué lugar pero me interesa, además, la letra pequeña que tanta información aporta... Vi fotos que en nada se distancian de los clásicos y vi un vídeo que se habían grabado mientras entregaban los regalos a la cumpleañera.N. a quien hemos conocido este año, invitó a su cumple, a mi hija y cuatro compañeras más... 

H. ha pasado al Instituto este año y eso ha supuesto un cambio de centro, por suerte nada traumático. En el Instituto, va a un grupo que sigue una metodología especial (es un Aula TIC donde las asignaturas se imparten a través de nuevas tecnologías). Ese hecho hace, que a veces no sea especialmente valorado al elegir la continuidad de los estudio. Se le presupone un nivel más exigente (nada más alejado de la realidad) y muchos padres piensan que ya tienen suficiente con pasar a la ESO como para añadir más dificultad.

Gracias a una campaña previa a favor, esa fama hizo que al elegirla se mantuviera el mismo grupo de niños que venía del cole, casi en su totalidad. Es un grupo muy cohesionado y, sobretodo, un grupo de padres muy conocido. Así, el tránsito al Instituto ha sido sencillo y sin traumas. A mi me preocupaban un poquito más los niños que se incorporaban...Desde el primer día estoy atenta a ellos y he ido viendo como se incorporan nombres a los relatos cotidianos de H. que es como el telediario a la hora de informar de la realidad

En relación a N. que es la que nos ocupa, H. siempre me ha hablado bien de ella aunque es cierto que la relación parece requerir ciertas dosis de paciencia. N. es una chica muy insegura académicamente hablando, que necesita ser reforzada constantemente, que siempre teme no estar a la altura a pesar de lo mucho que se esfuerza. N. tiene buenas notas en todas las asignaturas pero con las Mates necesita apoyo escolar extra, al que también acude mi hija.

N. tiene también desde el punto de vista de H. unos padres muy exigentes, al menos eso me cuenta afirmando que no valoran sus esfuerzos sino los resultados que la niña obtiene. H., que se sorprende ante los grandes esfuerzos que hace su compañera para lograr satisfacer las expectativas de sus padres, se pasa todo el día reivindicando que no debe ser así. A pesar de ello, también es cierto que H., se queja de tener que esgrimir una paciencia enorme (que no tiene) por responder a las demandas de su amiga buscando comprobación a si está haciendo las cosas bien...Cuando H. me habla de N. yo siempre me acuerdo de Dory, el entrañable personaje de "Buscando de Nemo"...porque según mi hija N. habla con angustia, se mueve constantemente, necesita comprobarlo todo, tiene una risa nerviosa...

El cumpleaños nos pilló sin mucho margen para pensarlo...Mamá, mañana a las 16.30 celebramos el cumpleaños de N. en tal sitio. Y, partir de ahí, he sido espectadora de todo lo demás.

H. me contó que le había hecho una caja sorpresa de regalo donde ella tenía que meter la mano por un agujero y podía sacar pequeños presentes y papelitos con mensajes. Se esmeró mucho en la decoración (pensó más en eso el día anterior que en su examen de Mates...) pero bueno, lo importante, porque sí, es lo importante, es el vídeo que se grabaron.


En él se ve a la cumpleañera rodeada por sus cinco amigas, siendo regalada y sonriendo mucho, con la algarabía algo exagerada pero propia de estos tiempos. En él, ella sonreía con los pequeños regalos y leía los papelitos que sacaba de la caja: "N. te queremos", "N. no cambies, eres especial". "Gracias por hacernos sonreír con tu risa contagiosa"...y con cada frase una piña de abrazo entre todas.

Es un acto simple, unas frases sencillas, edulcoradas por esta fase de exaltación de la amistad adolescente, pero realmente me ha emocionado verlas. Allí, haciendo esto espontáneamente por una niña nueva, una niña con tantas inseguridades. H. llegó muy feliz y creo que N. esa noche se fue a su cama con la sensación de que era una persona especial e importante y que sus amigas la querían mucho.

Y yo pensé: realmente en la vida no necesitas nada más que sentir que te quieren y a veces eso solo depende de que alguien se atreva a decirlo. Y ya si además te dan un abrazo y lo correspondes, pues es la gloria. Tan simple. A menudo, tan escaso.

Además hay que decir que H. volvió diciendo "Y sus padres también son majos..." ...porque entre otras cosas, pienso yo,  a los padres nos da paz saber que a nuestros hijos les quieren, aunque no siempre aprueben Matemáticas. Digo yo, porque lo contrario, aprobar y no ser querido, seguro que no te ayuda a ser feliz.

Feliz Cumpleaños N....gracias por regalarnos la oportunidad de vernos reflejados en ti.





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