sábado, 12 de noviembre de 2016

AUN MAS SOLA

Quizás mi desazón tiene que ver también con que me pilló de imprevisto. No es pensar que estas cosas no pasan (que no deberían) pero se que lo hacen. Es distinto saberlo que tenerlo delante  preguntandote qué hacer...Ella tan cercana a mi hija en edad. Tan sola.

Yo volvía al despacho tras una reunión que me ocupó toda la mañana. Cerca de las dos de la tarde cuatro adolescentes aparecen en el umbral de la puerta. No creo que ninguna llegara a los 16, por suerte todas parecían de más de 13. Después de verlas cuchichear entre ellas para tratar de decidir si entrar, las animo: Venga preguntad, les digo con mi mejor sonrisa...

Se acercan y una de ellas me dice "...es que he estado con un chico hace un rato y creo que ha eyaculado dentro de mi y quería la pastilla esa...". 

A menudo a la institución en la que trabajo acuden jóvenes pidiendo preservativos, pero esto eran palabras mayores. Les indiqué a donde podían acudir en la institución pero desde luego nadie allí podía resolver el problema más urgente que ella afirmaba tener. Se lo dije: lo que tienes que hacer es ir al médico, porque solo ellos pueden facilitártela...

Leo hoy buscando el marco legal que ampara su derecho a recibir lo que demanda  "...para facilitar la píldora a una menor entre los  13 y 15 años esta debe ser evaluada en su madurez por el/la médico/a y, tras ello, decidir si según su criterio posee la madurez suficiente para comprender el alcance del tratamiento,.....

....Debemos considerar que el hecho de que una menor demande anticoncepción de emergencia después de una relación coital no protegida adecuadamente, conlleva el conocimiento del riesgo de embarazo que ello supone y el conocimiento y la comprensión de cómo evitarlo, lo que ya demuestra un cierto grado de madurez.
 

Si se demuestra la madurez de la menor no cabe pedir consentimiento a sus padres o tutores legales, salvo en los supuestos de incapacidad física o mental previstos en la legislación"

Vaya, se la darán sin ningún otro matiz. Y luego qué?. Y en ello me quedo. Doy vueltas a mi inquietud, que no es un preocupación moral (que también, todos hacemos juicios morales), ni legal (que también, hay que estar atento a la ley que cumples o dejas de cumplir más allá de lo que piensas)...son muchas cosas pero se que lo que realmente tengo es una preocupación emocional. Una que ya arrastraba  tras atender a un padre de otra adolescente de 16 años que considera que con entregarle preservativos ya cumple con su función de criar con responsabilidad y cuidados. Y llevo un par de semanas buscando el espacio al que derivarlo para que pueda acompañar a su hija en su proceso de iniciarse en la sexualidad pero también en la afectividad.

Y lo hago desde una necesidad profesional pero también personal. Hace un tiempo escribí un post en el que hablaba del valor que tenía que H. comenzara a salir de la zona de confort que yo le proporciono. Hemos ido como en la mayor parte de los casos quemado etapas...sola en casa, sola para ir al cole,...sola a hacer recados... y estamos comenzando a estrenarnos en el sola de noche...y es que en invierno se hace de noche muy pronto. 

Y no va sola, que al revés, van muchas. Todo el equipo de baloncesto y más, pero va sin mi, sin que yo este cerca. Y se con quien va y conozco a esas chicas y a sus familias desde hace años...y las veo crecer, a pasos acelerados en los últimos meses. Y pienso que tienen solo tres o cuatro años menos que la inquieta adolescente que vino a verme. Tal cual, como el monstro (y el que ha visto la película que lo entienda) ...para pedirme la píldora del día siguiente

Cuánta responsabilidad a cuestas...